Antes de hablar de Street Fighter hay que tener en cuenta que tratamos con un juego del año 1987, con lo que ello conlleva a nivel tecnico. El juego nos pone en mano de un único personaje seleccionable, Ryu (aunque Ken puede ser seleccionado por el jugador 2), y nos propone tras iniciar el juego, ir seleccionando 4 países donde nos enfrentaremos a dos luchadores, para que una vez vencidos, nos traslademos finalmente a Tailandia para luchar contra Adon y Sagat.
Nos encontramos con unos gráficos que a día de hoy nos pueden parecer muy malos, pero juzgandolo desde la óptica del año en que salió, no están nada mal. Los sprites, comparados a los de otros juegos de la época son de gran tamaño, pero lo que destaca gráficamente son sobretodo algunos de sus escenarios en los que se nota el gran mimo con el que fueron tratados por sus creadores.Sin embargo, el juego adolece de unas animaciones demasiado simples y que llegan a perjudicar a la jugabilidad del juego, con unos movimientos demasiado estáticos y simples.
Las técnicas de Ryu pese a que son las mismas combinaciones de siempre (a estas alturas no vamos a decir como se hace un Hadoken), son muy difíciles de ejecutar, cuesta mucho combinar que salgan bien, y además, en ocasiones el juego se hace convierte en simplemente aporrear botones. Podemos concluir con que el control es demasiado simple y que se hace demasiado pesado. Sin embargo, el apartado sonoro es distinto, aunque los efectos son demasiado simples, en las melodías se puede ver un buen trabajo por parte del equipo. Aunque los equipos de aquella época no daban para muchas lucideces, las melodías, si bien no son ninguna obra maestra están muy bien y acompañan con normalidad a la acción.

Quizá Street Fighter no esté al nivel que tuvieron más tarde sus secuelas, en su tiempo fue un juego bueno pero no destacado. Sin embargo, siempre hay que echarle un vistazo a un clásico como este, el juego que lo originó todo.

Ryu y Ken han estado estudiando desde niños artes marciales con el maestro Gouken. Gouken fué en su momento alumno de Goutetsu, el gran maestro que consiguió dominar la energía interior y creo tecnicas especiales como Hadouken, Shoryuken y Senpukyaku.

Cuando Ryu terminó su adiestramiento Gouken le recomendó alistarse al torneo World Warrior, cuyo actual campeón era el Emperador del Muay Thai, Sagat. Para llegar a luchar contra Sagat, debían vencer a 8 luchadores de provenientes de diferentes países. Los otros participantes del torneo eran los siguientes: de Japón, Retsu, un monje shinto y Geki, un ninja. De EE.UU. encontramos a Joe, un luchador de Kickboxing y Mike, un boxeador. De China hay otros dos luchadores, que son un asesino llamado Gen, un anciano que practica Kung Fu; y Lee, un maestro Shaolin. Y por último hay dos luchadores de Inglaterra, Birdie, un punk de gran tamaño y Eagle, un guardaespaldas a quien le han encomendado acabar con Sagat..

Cuando Ryu consigue derrotar a todos estos luchadores, viaja finalmente hasta Tailandia en busca de Sagat, el actual campeón. Pero quien primero le retó fue Adon, su alumno más avanzado. Adon era un luchador de Muay Thai joven y fuerte, pero tras luchar contra Ryu cayó derrotado. Con Adon derrotado, apareció Sagat. Sagat, un perro viejo donde los haya, luce un parche en su ojo derecho, ojo que perdió luchando contra un mítico guerrero llamado Ou Hibiki. Ryu retó al campeón, y pronto descubrió que sus años bajo la tutela de Gouken no habían sido suficientes para derrotar al gran campeón. Sagat estaba venciendo con gran soltura y Ryu poco podía hacer. Con Ryu prácticamente derrotado, caído en el suelo inconsciente esperando su último golpe, sintió como un extraño poder le llenaba. Ryu, controlado por la ira despertó y lanzó un Shoryuken que impactó de pleno en el pecho de Sagat. Este cayó tendido, derrotado, y con una gran herida que le cruzaba todo el torso. Ryu se había proclamado vencedor, pero todavía le quedaba mucho camino por recorrer.