Taki (タキ) es una personaje de la saga Soul Calibur, antigua ninja del clan Fūma y cazadora de espíritus malignos.

Es una chica esbelta de claro aspecto japonés, con cola y el pelo negro. Normalmente equipa un traje ninja muy prieto de color morado y sus armas son dos poderosos kodachi encantados para atrapar demonios, Rekki-maru y Mekki-maru.

La orfandad marcó los primeros años de vida de Taki, que no tardó en ser recogida por una secta secreta de ninjas llamados el clan FūMa bajo las enseñanzas del maestro Toki. Con ellos creció y se educó en las artes secretas del asesinato. Pero Taki era especial, y pronto mostró poderes secretos que una persona normal no tenía. Con esos poderes que la providencia le había otorgado forjó su propia arma, Rekki-maru, y recorrió Japón en busca de espíritus malignos a los que dar fin.

Así discurrió su vida hasta que un día Toki convocó a todos los miembros del clan. Durante la reunión les expresó una terrible noticia: uno de los ninjas más queridos del clan, Hachibei, había robado el ninjatō mágico Mekki-maru y además había secuestrado a Chie, la hija de Toki. Eso significaba que todos los ninjas del clan debían darles caza y recuperar el arma y a Chie. Hachibei era muy hábil y había cubierto muy bien su rastro, los ninjas no podían encontrarles. Pero para el talento de Taki nada era imposible y menos cuando estaba en juego su mejor amiga desde la infancia, Chie. Tras tiempo de seguir rastros y pistas falsas al final dió con el paradero de Hachibei. Ahora Hachibei y Chie vivían una vida tranquila y retirada en las montañas, junto a Li Long, la pareja de Chie. Hachibei supo que no podía ganar y nunca quiso luchar con ella, pero le confesó por qué había traicionado a su clan. Mekki-maru era una espada maligna que se había apoderado de la voluntad de Toki. No tuvo más opción que alejar el arma de Toki y también a su hija para evitar represalias. La confesión siembra las dudas en Taki, que esconde a Mekki-maru en un lugar seguro hasta comprobar qué es lo que está pasando. Permite vivir a Chie y Hachibei, que huyen, y vuelve a las tierras del clan FūMa para comprobar si lo que le han dicho es realmente cierto. Al reencontrarse de nuevo con Toki en la aldea FūMa nota la sombra del mal en él y ya nunca más confiará en él. Esconde Mekki-maru en un lugar en el que su líder nunca la pueda encontrar.

Soul Edge

Rumores que hablan de una espada maldita llegan a los oídos de Taki al mismo tiempo que nota que la energía malvada de Mekki-maru crece y el poder de Rekki-maru disminuye. Al final llega a la conclusión de que es culpa de la espada maldita, y decide embarcarse más allá del Oceano en busca del demonio que ocupa la espada. Sus pesquisas la llevan finalmente hasta el suroeste de Europa, al puerto español de la ciudad de València, al que llega un instante más tarde del que habría sido necesario. Allí encuentra a una chica al borde de la muerte enfrentandose a un pirata demoníaco. Justo antes del golpe crítico le reta, centra su atención en ella y empieza a luchar. El pirata es Cervantes, y la arma que blanda no es otra que Soul Edge, la mitad de la espada maldita, ya que la otra acaba de ser destruída por la chica que yace inconsciente, Sophitia Alexandra. Taki a duras penas logra sobrevivir a un Cervantes debilitado por su pelea con Sophitia, y sin embargo, antes de ser derrotada le asesta un golpe fatal a Cervantes. A duras penas logra coger a Sophitia y sacarla con vida de aquel lugar.

Una vez que Sophitia estuvo a salvo logra sacarle las astillas superficiales que se habían clavado en el cuerpo de Sophitia al estallar la Soul Blade, y consiguió estabilizarla. Una vez que Sophitia estuvo sana, la devolvió a su hogar en Grecia y ella volvió a su vida en Japón.

Soul Calibur

Al volver a Japón descubre que las cosas han empeorado. Toki no ha mejorado su estado y cada vez es más malvado. Además, de algún modo han descubierto que Taki ha escondido a Mekki-maru y ha enviado ninjas a recuperar la espada. Taki va rápidamente a comprobar que sigue escondida donde la dejó, y allí la encuentra todavía. Taki había tratado de forjar a Rekki-maru con una astilla de la Soul Blade que había extraído de Sophitia, pero la espada la había rechazado. Al probarlo con Mekki-maru, sin embargo, la astilla de la Soul Blade y el ninjatō maldito se unen con total facilidad, aumentando el poder de la espada y emitiendo un aura oscura desde ese mismo día que sólo ella podría ver. Pronto los ninjas de Toki dan con ella y le exigen que les entregue a Mekki-maru. Taki se niega, se enfrenta a ellos y los derrota. Ésto la convierte automáticamente en una renegada del clan. A partir de éste momento será perseguida y tendrá que vivir sola el resto de sus días, temiendo a cada segundo por su vida.