El limitado y ya obsoleto en aquel momento hardware System 12, no nos permitió disfrutar en plenitud de lo que sería Soul Calibur en su versión para la consola Dreamcast. Sin embargo, el juego ya incluye muchas de las que serían después grandes virtudes de la mítica conversión a consola del juego.

La banda sonora es la misma, y es espectacular en todo momento, de las mejores que se han hecho no sólo en los juegos de lucha, sinó probablemente en toda la historia del videojuego, con canciones de corte épico que ambientan a la perfección con sus distintos toques, lo que da carisma a los personajes y nos pone en situación en cada uno de sus escenarios. En definitiva, cumple a la perfección lo que debe hacer una banda sonora en un juego de lucha.

También la jugabilidad es excelente. Aunque luego se puliría aún más, el juego ya era endiabladamente divertido. Teníamos multitud de movimientos, fáciles de hacer para los principiantes y con posibilidades de mejorarlo mientras nos íbamos convirtiendo en expertos en el juego.

No raya a nivel tan alto el nivel gráfico. Probablemente, como hemos dicho, al correr el juego sobre una placa System 12, basada en Sony PlayStation, y acarreando ésta todas las cosas que hacía mal graficamente la consola de Sony. Un error éste, que afortunadamente después pudimos ver corregido en la conversión, excelente conversión, a la consola Sega Dreamcast.

Durante 25 años, el pirata Cervantes y su espada demoníaca habían aterrorizado el puerto de Valencia, robando el alma de aquellos que venían a por la espada maldita. Fue gracias al esfuerzo de Sophitia, enviada del dios Hefesto, y Taki, una asesina llegada desde oriente y ducha en el ninjutsu, que consiguieron derrotar a Cervantes y destruir una de las Soul Edge. Poco después llegó Siegfried, que recogió la empuñadura de la espada destruída y desató lo que se conocería como Semilla Malvada.

Durante los siguientes tres años un terrible caballero azul sembró el terror a lo largo de Europa, y diversos luchadores que oían rumores sobre la espada maldita acudían a enfrentarse a él. Nightmare, el caballero azul, estaba capturando armas para restaurar la Soul Edge y, tras los tres años de muerte y destrucción, todo estaba dispuesto para restaurar la espada. Durante la ceremonia de restauración, tres jóvenes guerreros aparecieron dispuestos a detener el acto, Kilik, XiangHua y Maxi. Kilik y Xianghua se enfrentaron a Nightmare, y las armas de éstos, revelaron ser la espada sagrada SoulCalibur, que pudo derrotar y anular a la espada demoníaca, Soul Edge. Sin embargo, tras acabar con Nightmare, fueron absorbidos a otra dimensión y en ella tuvieron que enfrentarse al espíritu de la espada, Inferno, al que consiguieron derrotar al fin y acabar momentáneamente con el poder de Soul Edge.