Mortal Kombat Deception llega tras Deadly Alliance, juego que supuso una aceptable llegada de la saga a las 3D y que alcanzó el consenso de que era el juego que consiguió salvar una saga que estaba al límite tras la cuarta edición.

Jugablemente se parece mucho a su predecesor. Se mejora el sistema de combate, se diseñan de nuevo los personajes y se crean nuevos escenarios. También se dota al juego de dos modos extra muy originales, Chess Kombat y Puzzle Kombat, que nos pueden entretener y desconectar de los modos habituales.

Pero quizá lo más interesante de éste Mortal Kombat: Deception, no son los modos habituales, sinó el modo Konquest. En él escondido tenemos practicamente un juego nuevo, un RPG, donde controlando a Shujinko desvelaremos toda la trama del juego y conoceremos en mayor profundidad el universo y el trasfondo de Mortal Kombat.

Tras Deception aún llegaría otro Mortal Kombat a ésta generación, pero no estuvo a la altura. Sin duda, Deception es el mejor Mortal Kombat de la primera década del milenio.

La Alianza Mortal, la alianza entre los hechiceros Quan Chi y Shang Tsung, alcanzó el éxito en su cometido y eliminaron a los luchadores que pretendían evitar la resurrección de Onaga. Pero el Rey Dragón resucita, y ni siquiera los dos hechiceros junto a Raiden, que momentos antes peleaban entre ellos, pueden acabar juntos con el monstruo.

Y en ese momento volvemos atrás en el tiempo, a la piel de Shujinko, que desde que empezó su entrenamiento en el templo de Shaolin vivió una vida de engaños que le llevaría a liberar al monstruo.