The King of Fighters XIII fue un gran juego, pero la mala prensa que SNK se había ganado con la decimosegunda edición lo convirtió en un fracaso económico. Una SNK sin dinero y con su mítico presidente, Eikichi Kawasaki, ya a punto de jubilarse, nos dejó a una SNK sin apenas actividad durante la primera mitad de la década tras el lanzamiento de KOF XIII en 2010. Con los estudios de desarrollo liquidados, la compañía se dedicó a explotar sus antiguos títulos con reediciones y sacar alguna cosa pequeñita para máquinas pachinko y móviles. Pero 2014/2015 fueron años de cambio. Al mismo tiempo que el señor Kawasaki se jubilaba, inversores chinos entraban con fuerza en las finanzas de SNK. Se cambió la directiva de la compañía, hubo un rebranding de la hasta ese momento SNK Playmore a la clásica SNK y se empezó a trabajar en reconstruir el estudio de desarrollo de la compañía para trabajar en algo importante. Para ello, se ficharon a algunos personajes importantes de la industria como Yasuyuki Oda, que ya estuvo en SNK en los 90 y un nuevo proyecto se puso en marcha. Con el tiempo, el que sería The King of Fighters XIV.
Pero no empezó el juego con buen pie. El estudio estaba recién creado y era inexperto, y en el trailer donde se reveló el juego su aspecto era terrible. The King of Fighters XIV ya jamás pudo recuperarse frente a los ojos del gran público de aquella terrible primera impresión. Sin embargo SNK siguió trabajando en mejorar el aspecto del juego desde aquel primer trailer hasta su lanzamiento e incluso más allá, hasta el punto en que se actualizaron todos los modelos de personaje en uno de los parches de actualización del juego. El aspecto del juego al final de su vida si bien no llegó a estar nunca al nivel de los juegos de la competencia, resultó aceptable y mostró un progreso en el savoir-faire del estudio interno de SNK, que continuaría en sus posteriores desarrollos.
Dónde no falló SNK es en uno de los campos en los que jamás nos fallan, la música. Para la banda sonora de KOF’14 vuelven clásicos en la composición de sonido de la saga como Hideki Asanaka, Hiroshi Yamazoe o Masato Horiuchi, que ésta vez componen acompañados por algunas nuevas incorporaciones al departamento de sonido como Minori Sasaki o Mayuko Hino, recién salidas de la escuela de música. Un excelente apartado sonoro donde nos encontramos temas nuevos valientes y remixes donde modernizamos los sonidos más clásicos de la saga dónde vemos a los compositores jugando con melodías y leit motifs de antiguos personajes en cada uno de los temas.
También fue muy fuerte el apartado jugable de King of Fighters XIV. Aquí vimos brillar la experiencia de Oda, que nos brinda un juego muy sólido y complejo, respetando el legado de la saga y alejándose de un entorno en el género que apuesta cada vez más fuerte por la simplicidad. Un juego divertido para el principiante y complejo y lleno de alicientes para el veterano.
Fue una lástima aquella primera impresión que cortó las alas de éste juego, que mejoró mucho a lo largo de su vida pero ya no llegó a conectar con el gran público. Una lección sobre no enseñar material antes de tiempo en los tiempos de las redes sociales que SNK pareció que aprendió. Del mismo modo, KOF XIV supuso el primer juego de la nueva SNK, y sobre él el nuevo estudio aprendió sobre el desarrollo y en el futuro veríamos los resultados.