Ambición Salvaje. Así titulaba SNK el que sería el último capítulo de su historia en el South Town de los 90. Un juego de notable calidad en su versión de Hyper NeoGeo 64, que vió reducida su calidad gráfica de manera notable en su conversión tardía a PSX.
Más allá de los gráficos tridimensionales, el sistema de juego no cambiaba tanto de otros Fatal Fury. Cambiaba la física y la rapidez del juego, pero el sistema con algunas excepciones en los sistemas de esquiva y barras de super seguía inalterado.
Pero sí había diferencia respecto a otros juegos contemporáneos. Gráficamente no estaba a la altura de SFEX3, no hablemos ya de lo que estaba haciendo Tecmo o Namco entonces. Los personajes pecan de poco calidad técnica, la malla tiene una cantidad muy baja de polígonos si lo comparamos con la competencia, así como los efectos sobre los personajes, que son inexistentes.
Para hacer los fondos se usaba una textura tridimensional, cuando otros juegos contemporáneos ya estaban empezando a hacer cosas más complejas. A pesar de su simpleza técnica, hay algunos escenarios de buena calidad técnica, como el de South Town, la Geese Tower o el mercado de Seúl. Contrasta con la extrema simpleza de otros, sin embargo.
Sí es de buena calidad la banda sonora del juego, muy poco conocida y con temas muy interesantes, como el de Geese o el de Terry, que probablemente sea el mejor tema de Terry Bogard. Una joya desconocida.
Sobre personajes, el juego está basado en el primer Fatal Fury pero no se incluyen en él a algunos que sí aparecían en la primera edición. No aparecen en Wild Ambition Michael Max, Richard Meyer, el maestro Tung ni Hwa Jai. Tenemos en cambio personajes que llegan de iteraciones posteriores de la saga, como Yamazaki, Li Xiangfei, Mai Shiranui y Ryo Sakazaki, que aparece aquí en su versión de maestro, Mr.Karate. Además se añaden dos personajes de diseño cuestionable, Toji Sakata y Tsugumi Sendo. Tanto Mr.Karate como Duck King son exclusivos de la versión PSX del juego, no aparecían en el arcade.
Y poco más se puede añadir. El juego tenía poco empaque en arcade, cosa que se mejoró un poco en la versión consolera, con una introducción de video en 3D relatandonos la muerte de Jeff Bogard que es de lo más interesante del juego. El resto, poco destacable, una forma discreta de acabar una saga excelente.