Todo empezó con el anuncio por parte de Capcom de un prometedor juego 3D que reuniría a algunos de los más populares personajes de las franquicias de Capcom como Haggar, Poison, Ryu o Strider. Sin embargo, problemas en la producción de aquel juego desarrollado en parte por el equipo que más tarde daría fruto a Street Fighter IV, abortaron el proyecto, que derivó en una versión 2D del mismo a bajo coste para intentar recuperar ligeramente aquella inversión. Así nació el juego que nos ocupa. ¿Mereció realmente la pena?

Lo primero que llama la atención, y no precisamente en el buen sentido de la palabra, es que excepto los de Ingrid, todos los sprites del juego son reciclados. El bajo presupuesto del juego no dió para más, se tuvieron que abortar personajes de otras franquicias de Capcom que conllevaran redibujar sus animaciones, así que finalmente nos quedamos con un elenco de personajes ya existentes en otros juegos 2D con sus sprites reciclados, y, a causa de la baja cantidad de memoria de PlayStation 2 y su derivada System 246, con muchas animaciones mucho menos fluidas que en sus juegos originales. Sí eran nuevos los escenarios, aunque no especialmente brillantes. A diferencia de los de Capcom vs SNK o Marvel vs Capcom 2 que corrían en un sistema parecido, aquí vuelven a ser 2D, cosa que no sería mala si no fuera porque, pese a alguna excepción, son bastante vacíos y faltos de colorido, con un nível artístico pobre en ellos, aunque como he dicho antes, hay alguna excepción como el escenario Darkstalker o el de la selva.

En cuanto al audio, al ser el juego hecho para una plataforma de formato óptico, encontramos canciones con un sonido limpio y de calidad. Los efectos, igual que los sprites, son copiados de anteriores juegos, así que hay poco que hablar de ellos. Cumplen. Las pistas de audio. canciones de menús o escenarios, sí son nuevas y se dejan oír. Ninguna de ellas es memorable, sin embargo, te pasarán desapercibidas que quizá sea lo que se le debe pedir a música de ambiente.

En el aspecto jugable tampoco encontramos nada destacable, aunque en un juego mediocre como el que tratamos es el aspecto más destacado. Tiene defectos que en otros juegos serían mortales, los personajes que vienen de distintas franquicias no están bien equilibrados, notándose especialmente en algunos de los personajes provenientes de Warzard. El sistema era novedoso, elegíamos a dos personajes y peleábamos en cada ronda con uno de ellos, ganásemos o perdiésemos. Es un sistema que no hemos vuelto a ver en ningún otro juego de Capcom después de este y no ha sido porque fuera poco atractivo, ya que nos permitía controlar y familiarizarnos con más de un personaje.

Poniéndole punto final a esto, que se puede decir de CFJ. Se notó la falta de presupuesto, se noto mucho en él que no eran más que los restos de otro juego que sí intentó ser serio, y además, nació en el momento de mayor desidia por parte de Capcom hacía su mundillo bidimensional, y se nota, se nota mucho. Me atrevería a decir que Capcom Fighting Jam fue el peor 2D fighter que Capcom lanzó nunca al mercado.